España, contra la energía solar

Hoy por hoy, y parece que no va a cambiar en cientos o miles de años, España es un país que goza de muchas horas de sol y ademas de calidad. En principio, pinta bien ¿no? Dejar de depender del petroleo, carbón, nucleares, etc. ademas de ser un bien para el ecosistema natural del planeta, puede ser una gran ventaja para el avance de un país abaratando costes energéticos y por consecuencia reducir nuestra factura de la luz que es lo que nos afecta directamente.

Vale, España, con una de las mejores medias de horas de sol al día respecto a países europeos, está a la cola de las energías renovables, concretamente en la energía solar fotovoltaica. ¿Es posible? Si, tan posible como real. Hasta hace poco, instalar paneles fotovoltaicos estaba incentivado, bien por la instalación gracias a subvenciones, por venta del excedente energético a la red, etc. Pero claro, esto para los que manejan el cotarro no es rentable. Nada importa que tengamos un sol de p… madre o que seamos ecológicos. Ahora, si eres de los que quieres instalarte unos módulos en casa, te va a tocar aflojar pasta en forma de impuestos. Y ya no te digo si lo que quieres además de generar es acumular para cuando es de noche o esta nublado. Ahora hay unas baterías de Tesla que son la caña de Espa… no aquí no, y que dan una autonomía y tiempos de carga espectaculares. En este caso, también tienes que sacar la cartera.

La nueva normativa que regula el autoconsumo eléctrico, actividad que permite a los usuarios generar su propia energía y si sobra verterla a la red, lo deja bien claro. Si estás conectado a la red, para los casos en los que no generas suficiente, deberás pagar impuestos aun no consumiendo, para contribuir a los costes del sistema.

Para esto, el Ministro Soria ha explicado que hay dos modalidades:

1. Instalaciones por debajo de los 100kV de potencia instalada, en la que el consumidor (y generador) podrá verter a la red la energía sobrante pero sin cobrar nada por ello.
2. Instalaciones por encima de 100kV en las que el consumidor (y generador) podrá también verter la energía producida sobrante y cobrar por ella.

En el caso de los “vendedores”, deberán estar inscritos en el registro de productores, y se cobrarán la energía vertida a la red en función del precio que estipule el mercado en ese momento.

De todas maneras, los autoconsumidores tienes dos gastos fijos que se dividen así:

1. La parte que consumen de la red, que pagaran como cualquier hijo de vecino.
2. La parte que autoconsuman, aunque no pagaran el coste de la energía -solo faltaba-, si abonaran unos cargos “peaje” para contribuir a los costes del sistema.

A esto hay excepciones en las islas, ya que los costes de generación y distribución son diferentes. En este caso es hasta los 10kV.

Además, tras la aprobación del RD que regula el autoconsumo, se espera una modificación que afectará también a los que, aparte de generar, acumulan. Días nublados, noche, etc.

Con todo esto, que pensáis. ¿Es para reírse? ¿Llorar? ¿Avanzamos? ¿Retrocedemos?

Según el Gobierno, la normativa lo que busca es “impulsar la generación distribuida y la utilización de las energías renovables”. Y añade, “el autoconsumo sin cargos es lo más antisocial que existe”.

Que cada uno saque sus propias conclusiones. Esperemos que cambie pronto esta situación.